El colofón de los distintos actos que durante ésta tarde-noche ha celebrado la Real Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Esperanza ha sido el homenaje a quien durante 63 años fue su Hermano Mayor, D. Manuel Romano Berlanga (q.e.p.d.), a quien vemos en la foto de archivo a nuestra izquierda.

              Esta noticia quisiera empezarla al revés, por lo que en primer lugar, mi más sincera enhorabuena y felicitación a la Junta de Gobierno de ésta Hermandad por tan acertada decisión, algo que en el mundo cofrade llevamos algunas décadas esperando. Y es que la verdad, y es por ello por lo que he preferido ponerlo en noticia aparte, llevo bastante tiempo queriendo dedicar un pequeño hueco en ésta web a la figura de D. Manuel Romano Berlanga y de un estrechísimo colaborador que estuvo siempre a su lado como fue nuestro querido paisano y amigo D. Manuel Lozano Faustero, a quien vemos a nuestra derecha.

    Ambos, fueron gran exponente, junto a otros claro está, del llevar a cabo esa Estación de Penitencia en la tarde del Viernes Santo en Espera. Siempre, al hablar con algún hermano de la Hermandad, te hacía especial hincapié en la gran labor y el gran compromiso. Como dijera en una noticia, espero poder poner un apartado donde explicar a todos los espereños que acceden a ésta web lo que muchas personas de Espera han trabajado por nuestro pueblo en el más amplio espectro de nuestra vida cultural, social y religiosa. Una vez, logre poner en marcha dicha sección trasladaré toda la información de interés que sobre dichas personas tengo al mencionado apartado.



             El acto de ésta noche ha sido tan escueto como emotivo, y es que habría mucho que decir de una persona que vivió por y para su Hermandad. Hemos echado en falta en la foto familiar a su hijo Curro, que de seguro no le han faltado ganas de estar presente en éste acto, pero la verdad no ha sido una tarde apacible para él, tras tener que desplazarse desde Madrid; pues al igual que él son muchos los que la lluvia le han impedido estar presente en éste acto.

              El mayor de sus nietos, Alberto Manuel, ha sido el encargado de decir unas palabras en recuerdo de su abuelo y sobre todo de agradecimiento a la Hermandad y a los presentes por este homenaje. Ha resaltado algo al hablar de su abuelo con respecto a la devoción en la distancia de cuantos familiares suyos han mantenido hacia la Hermandad de la Expiración, como la conocemos.

             Y su hijo mayor, D. Antonio Romano Lozano, y el Hermano Mayor de la Hermandad D. Antonio Patricio Campón Bautista han sido los encargados de descubrir la placa que reflejamos en el encabezado de ésta noticia.

              Tras el acto, se ha ofrecido unas copas a los presentes en el Antiguo Café del Arco.

               D. Manuel Romano Berlanga fue nombrado Hermano Mayor en el año 1918, sucediendo en el cargo a D. Pedro Camargo Garrido, quien lo venía desempeñando desde el 18 de febrero de 1890. Al año siguiente, nombró secretario a D. Manuel Ferreras Cano y Consiliarios a D. Manuel Manrubia Beato, D. Diego Lugo Campón y D. José Ferreras Cano.

                Según los datos que me constan de ésta Hermandad, con el nombramiento de Manuel Romano Berlanga como Hermano Mayor Honorario, son ya cuatro los existentes, y curiosamente los tres anterior se cumplen en éste 2009 cien años desde sus nombramientos, y cuyos honores recayeron en Dª Ana Fernández Barrera, Dª Luisa Borrego Jurado y al Sr. Conde de Praderes.

                Aunque su sobrino Alberto Manuel, al hablar de su abuelo mencionaba la peculiar ironía de la que hacía gala, yo le llamaría mas bien, y como solemos definir en nuestra Andalucía: "buenos golpes". Recuerdo en el año 1971, cuando realizábamos  todas las Hermandades juntas el petitorio de la calle, en el Bar de Antonio Duque en la plaza del Pozo le pidió que llenara una botella de aquellas de la Casera, de agua y me la dio diciéndome: " dásela a Manolo (D. Manuel Jiménez Doblado) y le dices que se la beba, que así no le lloverá este año en el Pozo de la Calle" (El año anterior por segunda vez tuvo que regresar la Cofradía de la Soledad a la Parroquia por la lluvia en la Cuesta del Pozo de la Calle). Bajo su aspecto serio se encerraba un peculiar sentido del humor; como demostrara en cierta ocasión en un restaurante de El Bosque cuando celebraba, creo recordar, sus Bodas de Oro Matrimoniales.

                 Sí esperamos, que aunque no sea en el cargo, si que en la devoción a los Sagrados Titulares de la Hermandad, todos esos descendientes, muchos presentes ésta noche en el acto, cojan el testigo de su antepasado y hagan honor a la saga de un gran cofrade.