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REVISTA DE NAVIDAD 2008

El Lenguaje de las abejas

 

-El lenguaje de las abejas-

 

Esto podrá parecer un cuento de hadas, pero el hecho es que las abejas tienen su “lenguaje”. Sí, hay numerosos animales que tienen una voz para expresarse, esta voz les sirve muy a menudo para expresar sus propias sensaciones. Las abejas, por el contrario, hablan una lengua que les permite dar una serie de informes, y a veces, hasta consejos útiles.

Cuando una abeja del servicio de información ha descubierto un tesoro, se carga de néctar y de polen, y regresa en línea recta a su colmena. Apenas, llega, las abejas encargadas de la recolección la rodean en tropel, mientras ella les comunica lo que ha descubierto. Si se expresa con una danza en redondo sobre un panal de la colmena, esto quiere decir:”Hay gran cantidad de todo, muy cerca. ¡Salid y recoged! Las colectoras excitadas se acocan a al danzarina, le restriegan sus antenas con el fin de conocer el olor de las flores que deben buscar, y salen volando, sabiendo que, a menos de cien metros de la colmena, podrá hallar una abundante cosecha.

Pero si el tesoro se encuentra a cierta distancia de la colmena, y si sólo hay un árbol aislado, o un pequeño grupo de flores, las indicaciones deben ser mucho más precisas. La informadora entonces avanza agitando su abdomen. Al extremo de una línea recta la informadora da un viraje, y trazando un rizo, vuelve a su punto de partida. Repite luego el mismo movimiento, girándose ya a la derecha, ya a la izquierda, todas las veces necesarias para hacerse entender. La figura que traza es una especie de ocho, alargado por el centro. El trazado a este ocho significa la dirección en que se encuentran las flores con referencia al sol. La velocidad con que se desplaza la conferenciante y el número de palpitaciones de su abdomen expresan la distancia a recorrer. Cuanto más lejos estén las flores, tanto más se agita y tiembla la abeja. Por ejemplo, de seis a ocho latidos efectuados en quince segundos expresa que es preciso ir a cuatrocientos metros de la colmena. Pero si en el mismo tiempo el abdomen late diez u once veces es que las flores están a setecientos metros.

Una agitación violenta se apodera entonces de la colmena, todas las cosechadoras se ponen en movimiento imitando los de la danzarina antes de lanzarse a la busca de lo que tiene anunciado. “Se guían por el sol y no se equivocan nunca”

 

   

- Eugenio Bautista-

 

                    

 

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@ Antonio Durán Azcárate. 2001  - 2008  Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA