GENTE SIMPÁTICA

 

Hoy, en este articulo, quiero homenajear a aquellas personas, casi todas ya fallecidas, que en mis tiempos de juventud nos hicieron pasar, a pesar de los malos tiempos, unos momentos que todavía y a pesar del tiempo transcurrido no se me han olvidado.

 

Estos buenos momentos siempre los pasé en el Bar de Tomasín (antiguo café del arco) que era el lugar en donde se reunían toda esta buena gente y en donde se comentaban todo lo que por aquellos tiempos ocurría. Normalmente era en las noches de verano, cuando se celebraban estas mesas redondas.

 

En esta mesa redonda, se decían los disparates mas grandes que a una persona, o a varias  se le podían ocurrir, pues, los contertulios éramos personas poco preparadas y de nuestras bocas salían las palabras mas disparatadas del mundo, y tanto, los que contaban las historias como los que las escuchaban, nos quedábamos tan tranquilos. Por mi edad, tendría entonces unos 18 ó 20 años, me limitaba solamente a escuchar, ya que como dice el dicho “Doctores tiene la Iglesia”.

 

Uno de los que llevaba la voz cantante era Juan Lozano Ferreras, mas conocido como “Juanito Carolina”. A Juan, se le ocurrió una de aquellas noches inolvidable decir “QUE EL MUNDO TENIA SU FIN EN JAPÓN”. Así de claro y contundente. Lo bueno que tenia la cosa, era que había que demostrarlo, y lo demostraba. Puso tres mesas, una detrás de otra, se montó en ellas por un extremo y cuando llego al final de las mesas que era el Japón, se caía en el vacío. Francisco Ferreras, mas conocido por “Paco Potoño”, solo se le ocurrió decir ¡que disparate! ¡que disparate! Pero lo bueno es, que exceptuando a algunos de los que estábamos presentes, al resto nos hacia pensar.

 

Después teníamos a Ricardo Ferreras Velarde “El Zorro”. Recuerdo que era muy aficionado al cine y todas las noches se acercaba para ver la película que ese día se proyectaba. Un día dejo de ir al cine y lo normal, me entro preocupación pensando que probablemente le había ocurrido algo con alguno de la empresa. Yo tenía que saber el motivo por el cual Ricardo había dejado de ir al cine y le pregunte. ¿Por qué has dejado de ir al cine? ¿Te ha ocurrido algo con alguna de las empresas? A lo que me contesto muy serio: “ No me ha ocurrido nada, es que el otro día fui a ver una película y vi a una mula hablando, y eso a mi no me huele a nada bueno”. Días antes habíamos proyectado “LA MULA FRANCIS”, pero Ricardo ya no fue mas al cine.

Otro de los simpáticos de verdad era Manuel “El Sereno”. A Manuel no se le ocurrió otra cosa que , decir una noche  que él , con las manos partía todas las chinas del río de Villamartín. No había otra solución, había que demostrarlo, y había que traer todas las chinas del río de Villamartín. Aquella noche se encontraba presente Manolo Camacho que casi a diario se desplazaba con el camión a traer arena y el quedó en traer las chinas de Villamartín.

 

Así fue, Manuel “El sereno”, tenía que demostrar lo que había dicho. Al día siguiente en la puerta del Bar de Tomasín había doscientas personas esperando que Manuel partiera las chinas del río.

 

Manuel empezó una, por una, y partió todas las chinas que le habían traído del río. Desde entonces Manuel “El Sereno” fue mi ídolo y el de muchos otros. También le gustaba mucho contar chistes, chistes que duraba en contarlos entre  hora u hora y media, pero a ninguno de los que estábamos allí, nos importaba esperar todo ese tiempo, porque, al final merecía la pena.

 

La verdad sea dicha, y sin animo de molestar a nadie, hoy no hay esa GENTE SIMPÁTICA.

 

- LRJ -