-A robar peras-
Queridos amigos:
Es mi deseo contar un episodio de mi infancia.
Ocurrió que salimos de la escuela por la tarde, y, nos encontramos con Juan el “churingui” y Pepe el del “Río”, que nos dieron una pera a Esteban y a mí. Le preguntamos de donde las habían cogido.
-¿Se lo decimos Juan?- Juan se quedo callado, (era muy cuco).
- Bueno si no nos lo dice se lo diremos al maestro- Esto le ablando y quiso hablar, pero no dijo “na”. Así que Esteban y yo lo cogimos por el pecho:
-¿ Nos lo dices o no?
-No Juan, díselo tu.
-Bueno esta en Las Viñas. Coge la carretera que va a la Romería, saliendo de la “alamea” hay un cerrillo. Llegando a lo alto del cerro, se ve una casa pequeña, detrás tiene un huerto con árboles, coles, lechugas y allí esta el peral, y está cargado. Nosotros no hemos visto a nadie.
-¿Vamos ahora mismo?- dije yo
-¡Vamos ahora!- dijo Esteban.
-¿Por qué no vamos mañana los cuatro? – Dijo Pepe
-¡Anda mañana! – conteste- ¿Vamos tu y yo solos Esteban?
-Si vamos tú y yo solos, estos son unos “cagaos”. Pero, no digáis a nadie que vamos a robar peras, si no ya nos veremos las caras.
Salimos corriendo por la carretera en busca del peral. Llegamos al cerrito y:
-¡Mira la casa! ¡si es verdad!- Cuando llegamos miramos con sigilo buscando el peral.
-¿Ves Esteban? Allí está, mira como se doblan las ramas con el peso de las peras. ¡Vamos! no se ve a nadie.
Nos subimos por el tronco comiendo peras como pavos, de pronto vimos a un hombre debajo del árbol, dando voces.
- Ah ladrones robándome las peras, ¿no? Lo vais a pagar caro.
Bajamos del árbol “asustaos” y le dijimos:
- Nosotros no hemos sido.
- ¿Ah, no? Han sido otros, ¿no?
- Ya se han ido- le contestamos.
- ¿Cómo te llamas tu? Me preguntó.
- Yo Eugenio
- ¿Y tú?
- Yo Esteban.
- Bueno de momento no os quiero pegar, porque es cosa fea, pero como castigo quiero que con las manos “escarbéis” en el suelo hasta la raíz del árbol y se comáis todas las peras que allí encontréis.
Yo medio llorando , le dije:
- ¿Y tu como sabes que en las raíces hay peras?
- ¡Vaya hombre! ¿Qué no vais a cumplir el castigo, no?
- Péguenos un poco, y ya nos volveremos mas- Le dijimos.
- De momento os mando que os sentéis ahí los dos, pero quietos.
El hombre se acerca otra vez a nosotros. Llevaba una rama en la mano y al querer dejarla en el suelo, nosotros nos echamos a un lado.
- ¿Por qué se apartáis, si queréis que os pegue? Bueno no temblar, que nos os voy a pegar. Además os dejo comer todas las peras que queráis. Pero no llevarse ninguna, solo las que podáis comer.
A partir de entonces íbamos todos los días los cuatro.
No me acuerdo del nombre de ese buen hombre.
En memoria de mi amigo Esteban “Pitopi” y de ese buen hombre.
- Eugenio Bautista-
[ Página Inicio ] [Noticias] [ Artículos ] [Información] [Guías y Directorios] [Fiestas] [Agricultura] [Datos e Informes] [Planos] [Fotos] [ Gastronomía ] [Agenda] [Mapa Web ] [Enlaces] [Contacta conmigo]
@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2007 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA