Cáritas Parroquial de Espera

Cáritas Parroquial de Espera

 

Aprovechamos estas líneas que disponemos el  Grupo  de Cáritas  Parroquial, en primer lugar, para dar las gracias al pueblo por su colaboración y ayuda.

 

Son  momentos  dificilísimos. Muchos  años de crisis, que  han  minado  por  completo  la sociedad del bienestar  que disfrutábamos. Como siempre la cuerda se rompe por lo más débil, que no son otros  que los pobres y trabajadores parados.  Nuestro espíritu  cristiano  no puede mirar  hacia otro lado y debe ser la voz de los que ahora  lo están pasando mal. Nos sentimos en la obligación de trabajar por ellos, pedir por ellos, invitar a todos que colaboren por esta causa, a dar todo lo que esté en nuestras manos, porque así lo haría nuestro maestro, nuestro Cristo.

 

Los   que   formamos   este  grupo,   todos   los  socios,  debemos   sentirnos   plenamente orgullosos con esta labor que realizamos. "Haz el bien y no mires a quién" es una frase hecha que no deja de estar siempre de actualidad, de noticia para un cristiano.

 

A nuestro  Santo  Cristo  de la Antigua vamos a pedir que nos siga iluminando  nuestro corazón  con esa llama viva, que es el Espíritu  Santo;  que  nos siga dando  fuerza  para  seguir trabajando por los predilectos de Dios, los necesitados.

 

Por ello, ante Él, nos postramos  y le decimos:

 

Santo  Cristo, enséñanos  a no amarnos  a nosotros mismos;  a no  amar solamente  a nuestros amigos; a no amar sólo a aquellos que nos aman.

 

Santo Cristo, enséñanos a pensar en los otros y a amar a aquellos a quienes nadie ama.

 

Santo  Cristo, concédenos  la gracia de comprender que  hay  millones  de seres humanos  que mueren de hambre, sin haber merecido morir de hambre; que mueren de frio, sin haber merecido morir de frío.

 

Santo Cristo, ten piedad de todos los pobres del mundo. Y no permitas que vivamos felices sólo nosotros; que sintamos la angustia de la miseria y que nos libremos de muestro egoísmo.

 

Amén.