A Ti Que Eres Camino de Verdad  y vida.

 

Que suerte tienes Espera,

Porque en este valle,

Lleno de penas y espinos,

Dispones de un padre amantísimo,

Que riega con su amor,

Para que crezcan en ti,

Cuatro mil latidos,

Latidos, que desde su humilde morada,

El cómo fiel faro y vigía guarda

Para que en estos tiempos,

Sean latidos  de esperanza,

Latidos  que no teman nada,

Por  eso te llama,

Te dice que nos tengas miedo,

 

No tengas miedo mi Espera,

Tierra Antigua como otra Tile,

Valiente, bella y generosa,

Que bajo un cielo azul,

Tu suelo reposa.

 

No tengas miedo mi Espera,

Porque fui enviado,

Para guardarte y dar mí cobijo,

Desde un monte alzado,

Entre laderas y pinos,

 

Y por ese padre,

Que suerte tienes Espereño,

Porque allá en su templo,

Solícito,  cercano y tierno,

Siempre nos está esperando,

Ese  amor,  ese amor  fraterno,