AÑORANZAS DE NUESTRO SANTO CRISTO

Somos dos espereñas que, por circunstancias de la vida, tuvimos que emigrar fuera de nuestro pueblo muy jóvenes; hace ya más de treinta años. No fue nada fácil estar solas, sin familia ni amigos, a los que echábamos mucho de menos, pero el tiempo pasa y llegó la hora que nos casamos y formamos nuestras propias familias.

Gracias al Santo Cristo de la Antigua al que tanta ayuda le pedíamos todos los días, fuimos superando esta soledad, aunque no era fácil poder ir todos los años. Siempre que el trabajo nos lo permitía.

Chari, sobre todo, si que iba; a Paqui, la mayor, por su trabajo le era más difícil ir; pero nunca nos hemos olvidado de las fiestas de Espera (feria, romería, Cristo). El pasado año pude ir (Paqui) después de muchos años con mi marido y fue muy emotivo para mi volver a ver al Santo Cristo en la iglesia; pues me trajo muchos recuerdos de mi infancia. También queremos decir que nunca perdimos el contacto con la gente del pueblo, pues nuestras casas siempre han estado abiertas y a disposición de cuantas personas han venido hasta Santander y nos han visitado; lo cual agradecemos mucho, y siguen abiertas para quienes quieran venir a esta tierra, que no es como la nuestra, pero aquí tenemos nuestras vidas. Y digo que no es como nuestra tierra porque aquí no se siente el calor de la amistad como allí, aquí todo es más frio.

El Santo Cristo para nosotras es algo muy especial porque, aunque nos parezca que El no nos escucha, siempre está con nosotras. Y nos ha concedido cuanto le hemos pedido; por eso (Chari) al principio iba de promesa y hoy en día voy para darle las gracias por todo lo concedido y seguir pidiéndole por todos y, en especial, por nuestras familias, para que siempre nos mantenga unidos.

Queremos dar las gracias a don Pablo y a cuantos colaboran con él por darnos esta oportunidad.

Siempre llevaremos en nuestros corazones al Santo Cristo de la Antigua, sin olvidarnos de nuestras raíces y de nuestro pueblo. Contaríamos muchas más cosas pero tampoco queremos extendernos demasiado.

Muchas gracias y hasta pronto. Saludos para todos los espereños que, como nosotras, también están lejos de Espera.

Un cordial saludo

Paqui y Chari Mancheño Moreno