Lo que todo Espereño debe conocer
Todas
las cuales cosas su merced
mandó que se
hagan a la brevedad
posible y
mientras esto se hace y acaba, su
merced mandó al dicho mayordomo no acuda con maravedíes
alguno a Pablo
Legott, maestro pintor, por cuenta del
Retablo, ni a Marcos
Maestre, maestro
bordador por cuenta de los ornamentos que está haciendo,
así por tener el
dicho Pablo Legott por
sí y como
cesonario de Diego López
Bueno recibidos
cuarenta mil reales
pocos maravedís
menos y no saberse
que está hecho
más que el primer
cuerpo de él y
el dicho Marcos Maestre haber recibido
400 ducados y
solo haber
entregado una manga de
cruz negra
bordada como por la
precisa
necesidad que esta iglesia
tiene de las
obras arriba referidas y si
los dichos Pablo
Legott y Marcos
Maestre ganaron
mandamientos del
sr. Provisor
para que les acuda con
algunas
cantidades a dicha cuenta el dicho
mayordomo tenga obligación a
replicar a ellos
y presentar ante el
dicho provisor
traslado de estas necesidades y mandato
y pedir a su merced sobre se alce hasta que estas
cosas estén
acabadas y haya dinero para ello.
Con percibimiento que si el
dicho mayordomo no lo hiciere no se
le pagará en cuenta lo que de otra
manera pagase. Y así lo mandó y firmó en
Espera a 26 de setiembre de 1633 años.
En
el estado de cuentas de 1636
el mayordomo presenta facturas de
gastos: 94 reales paga a Cristóbal
Ortiz, maestro albañil de la fábrica de
Sevilla por
visitar la iglesia y trazar la obra que
hacía falta en esta iglesia con motivo del temblor de tierra que
había sufrido. Efectivamente ha tenido mala
suerte esta
iglesia en este sentido de
los terremotos,
ya que han sido
muchos los que
le han afectado. Dicen los peritos que
la zona en la que
está construida
la iglesia es tierra propensa a sufrir
estos movimientos
sísmicos y que
por este descenso de las laderas hay
corrientes internas que
provocan estos
efectos; en más de una ocasión saldrán
los efectos y
consecuencias de
los movimientos sísmicos.
Con
motivo del terremoto de
1636 que destruyó la parte principal
de la fachada (y aún se puede ver un
trozo de pared
saliente sobre el tejado
de la capilla de
la Soledad a la altura
del cuarto
reloj), el mayordomo da
cuenta de los
gastos habidos. Y así se
le descargan de
su cuenta 1.654 reales pagados a
Francisco de Vera,
maestro albañil,
de los 950 ducados
en que se
concertó la obra de la
albañilería que
se está haciendo en esta iglesia.
Se le descargan 1.361 reales por el acarreo de piedra para la obra a razón de real y medio cada carretada y acabada la obra se ha de medir la
tapia
de ella y se le han de pagar cinco
carretadas a Juan García Hermoso.
Se le descargan 2.806 reales pagados
a Domingo Martín por cuenta de las
piedras así grandes como menudas -1.586
reales de 300 cahices de cal,
479 reales por el acarreo de la arena,
200 reales por mil ladrillos traídos de
Arcos-. A D. Mateo Coello de Vicuña,
notario mayor de Sevilla se le entregó
312 reales por apreciación de dicha
obra y por la intervención en los pleitos
ejecutivos que siguió esta fábrica con las de Sanlúcar y puebla de
Cazalla en la cobranza de unos
préstamos que
habían hecho, y por
la tasación
de remate y
diligencias
contra Pablo Legott
sobre la hechura del
retablo de
esta iglesia.
El mayordomo ha
pagado 262 reales a
Martín Jiménez Álvarez, diácono,
por tres viajes que
hizo a la Puebla de
Cazalla para cobrar
los 200
ducados que
aquella fábrica
debía a ésta.
En la visita de
1640 el mayordomo
dice que se han puesto unas bolas de cantería en
la cornisa de
la iglesia y que han costado
250 reales. En esta
misma fecha
D. Luis de la Becerra, residente en las
indias mandó
un cofrecito de plata y lo tuvieron que
arreglar.
En la visita de 1651 el Visitador
ordena: que por cuanto la iglesia
parroquial de esta
villa es grande y el
concurso de la
gente mucho y que no
tiene más que una
puerta con que hay embarazo en entrar y
salir y más cuando vienen las procesiones, su
merced mandó que se
abra la puerta
que está fabricada
de cantería en la
pared hacia la plaza
y se le echen sus
puertas de madera y
se limpie aquel
verdido.
Con que por parte del
consejo de esta villa se levante y
fabrique la pared y muralla afirmada en
la calle de arriba para que no se
derrumbe la tierra y barranca por ser
obra común, que toca al dicho
Consejo y que de no hacerlo se sigue
perjuicio a la dicha
iglesia y a la fábrica y así el mayordomo
pida judicialmente que se haga y los daños e intereses.
En la visita de 1653 ordenan lo
contrario: que no se
abra la puerta de
la iglesia que al
presente está cerrada
que mira hacia la
plaza. Y porque en
los mandatos se
olvidó que por cuanto la iglesia con las aguas que recoge por
la parte que está cerrada se calan las
maderas y entra
dentro de la iglesia con grave daño del
edificio su merced mandó que luego antes que entre el
temporal de las
aguas con asistencia
de los beneficiarios
se haga pozo para
las dichas aguas y
que no se detengan
y la piedra que está
a la puerta de la
iglesia se mande a
la parte más
conveniente para poder pasar el agua.
En esta misma fecha
se hacen 14
gradas de cantería para subir a la
plaza de la iglesia,
las cuales se concertaron a 12 reales cada
una.
En 1664 nuevos gastos: dos mil
ladrillos para solar
la iglesia a 7
ducados el millar,
ocho cargas de
arena, solar la
capilla del Rosario y reparar la bóveda de
la sacristía.
En 1669 dan un repaso general a
toda la iglesia y
ordenan al
mayordomo que haga abrir la puerta del lado
del evangelio que llaman del
perdón y que adecenta
la cuesta de forma que se quite
tanta inmundicia
En 1679 el mayordomo tiene
que hacer varios viajes a Sevilla para sacar
licencia para aderezar la iglesia
después del
terremoto que le ha afectado, y
efectivamente el Provisor
manda que se repase las bóvedas y
tejados de la iglesia porque han
quedado muy maltratada.
En 1683 se gasta 15 arrobas de
aceite en el sulacado
de la iglesia y de
la sacristía por
estar maltratado desde
el temblor de tierra;
tres arrobas de estopa en el dicho sulacado.
En la visita de 1693 el Visitador
mandó lo siguiente:
que por cuanto
son muchas gentes
las que se atropellan los días festivos al
salir de la
iglesia, y por el mucho registro que tienen las mujeres al entrar y
salir,
respecto de que la puerta y todo el pórtico
de ella de un lado y otro están
puestos muchos
hombres en conversación mirando las que
entran y
salen, lo que ocasiona que muchas
mujeres no vienen a
misa por dicho
rejistro, y
principalmente en días de
viento, y para
evitar dichos
inconvenientes mandó
su merced se abra la puerta que está
tapiada junto al
púlpito que está en
sitio excusado y
pueden entrar las
mujeres sin ser
registradas, y se le
echen sus puertas
con un postigo que
está ordinariamente abierto, y las puertas
cerradas por
estar frente al altar
comulgatorio y se
pondrá un cancelito de madera por la parte de dentro para
que esté con más
decencia y dichas
puertas sólo se
abrirán en días de procesión o concurso
para que tengan
desahogo las gentes
al salir, y lo que
en esto gastare el
mayordomo se le abonará en su cuenta.
(Continuará...)
D. Juan Candil Ríos. Espera 1972
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@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2008 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA