Este enfermo es de Espera 

Cuando algún enfermo ingresa en un hospital cercano, todo el personal que trabaja en el mismo, sabe que ese enfermo es de Espera. Y lo saben sin tenérselo que preguntar a nadie, tanto 1@s enfermer@s, las limpiadoras, los conserjes e incluso los médicos. Esa exclamación que una y cien veces sale de la garganta de un enfermo no puede ser nada más que de un espereño: iAY, SANTO CRISTO DE LAANTIGUA!

¿Quién puede pronunciar esa frase con tanto amor, tanto respeto y tanto cariño? Solamente un espereño, a pesar de que continuamente, en casi todos los medios de comunicación nos están machacando para que perdamos nuestra fe, en este caso la fe en el SANTO CRISTO DE LA ANTIGUA, fe que nosotros no podemos perder porque Él, en nuestra enfermedad, en nuestra mala suerte, en todas nuestras desgracias le tenemos cara a cara para apoyarnos, ayudarnos y darnos nuevamente esa fe, cuando la estábamos perdiendo.

      Muchos de los enfermos nos 26 acordamos de Él durante esas horas que median entre el tiempo que va desde que entramos en el Hospital hasta que el médico nos dice la enfermedad que se ha apoderado de nuestro cuerpo.

También nos acordamos durante la enfermedad de nuestros padres, hermanos, familiares o amigos, lo que sí es verdad que este grito de dolor, de esperanza, de amor, va dirigido con el alma solamente hacia Tí.

iAY, SANTO CRISTO DE LA ANTIGUA!