LAS PUERTAS DE LA IGLESIA A MITAD DEL SIGLO  XIX.

 

Siempre nos llama la atención el conocer la antigüedad de todo lo que nos rodea. Cuántas veces habíamos entrado por las puertas de la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia, en nuestro pueblo,  y no sabíamos quienes eran sus autores o cuándo las construyeron. Pues bien, siguiendo un Expediente[1] existente en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz nos encontramos entre otras cosas con los documentos pertenecientes a la solicitud y presupuestos para la construcción de unas puertas para la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia. Así el ocho de febrero de 1843, el escribano público del Ayuntamiento, Juan Gayangos y Sandier, en nombre de José María Álvarez, alcalde constitucional de la villa dirigía a la Excma. Diputación Provincial de Cádiz un escrito en el que se la adjuntaba la instancia presentada por los curas párrocos del pueblo. La instancia con fecha del día anterior, manifestaba la inseguridad en la que se encontraba la parroquia por el hecho de que sus puertas principales, debido a los años de antigüedad, podía ser robada y violada con la mayor facilidad si no se acudía con prontitud  a la realización de unas nuevas. Suplicaba los párrocos que debido a la urgencia de la composición de las puertas del templo para la seguridad de los vasos sagrados y lámparas que en él se conservan, se dignen acordar su pronto remedio, pues de otro modo, alegaban que no era su responsabilidad cualquier perjuicio que se ocasionara. La carta estaba  firmada por los dos curas párrocos en aquellos momentos, Cristóbal de Acosta y Cordero y Gabriel Domínguez.

            El informe que hacía el Ayuntamiento era que las puertas estaban apolilladas debido a su antigüedad, estando sostenidas últimamente con trancas levadizas y no habiendo más que un postigo abierto de día para la entrada y salida de los devotos. El Ayuntamiento acordó que se formara una lista del padrón de la villa para que todas las noches dos vecinos armados custodiaran la citada entrada de la Iglesia hasta que la Diputación determinara los que debiera hacerse. El Ayuntamiento estaba constituido por José María Álvarez y Juan Garrido González como alcaldes y Alonso Mancheño y Pedro Jurado como regidores tercero y cuarto. Ambos firmaban con una cruz por no saber escribir. El escribano del Ayuntamiento era Juan Gayangos[2].

El expediente en cuestión consta de una serie de cartas dirigidas por los curas al Ayuntamiento y de éste a la Diputación y al Gobierno Civil (Jefe Político de la Provincia).

Una vez pasados todos los trámites, el Ayuntamiento pide a Joaquín de Peralta, carpintero “de obra fina” de la villa, un presupuesto que éste presentará a  Diputación en marzo de ese año y que fue el siguiente:

 

 “Certifico que consiguiente a invitación política del señor Alcalde Presidente del mismo cuerpo municipal, por acuerdo del mismo, he pasado a ver, reconocer y justipreciar las puertas principales de la misma iglesia parroquial, las cuales encuentro inútiles de poder servir, a excepción de su clavazón, y para formar otras nuevas es indispensable comprar las maderas y hacer los gastos que por menor se distinguen en la forma siguiente:

 

Primeramente 128  varas de madera de Flandes de veinte pulgadas y media de ancho y cuatro y medio de grueso para los cercos y los demás de una pulgada menos en su ancho para la armazón del centro, a 8 reales vara importan 1024 reales.

Ytem doce tablas de seis varas y  dos tercias de largo, tercia de ancho y una pulgada de grueso para los forros, importan a 18 reales cada una   216 reales.

Ytem cuatro del mismo ancho y grueso de cinco varas de largo, a 15 cada una  60 reales.

Ytem los portes de conducción desde la ciudad de Jerez a esta villa   300 reales.

Ytem por la pintura….120 reales.

Ytem por los goznes nuevos que han de hacerse y apuntar las alcayatas de las puertas viejas …60 reales.

Últimamente por las peonadas que deben invertirse en las hechuras de las puertas nuevas y desbaratar las viejas para aprovechar la clavazón   ..1340 reales.

Importan todos los gastos de dichas puertas 3120 reales de vellón, salvo error. Y para que sirva de presupuesto al que haya de formar la autoridad para ser aprobado por la Excma. Diputación Provincial, doy la presente que firmo en Espera a cinco de marzo de 1843. Firmado Joaquín de Peralta.

 

Finalmente la Diputación provincial aprobaría dicho presupuesto y las puertas serían colocadas en su lugar por Joaquín de Peralta, donde permanecieron hasta hace pocos años en que fueron restauradas de nuevo.