LAS CANTERAS DE ESPERA.

 

Son muchos los edificios de las cercanías de nuestro pueblo que fueron realizados con piedra de las canteras de Espera, tanto las del Castillo como las del Cerro de la Horca. Conocemos que esa piedra se utilizó además de los edificios locales, en  San Pedro de Arcos de la Frontera, la Catedral de Sevilla, el Palacio de San Telmo, algunos edificios de El Puerto de Santa María, etc. Incluso hasta el pueblo sevillano de Gines fue transportada  la piedra de las canteras espereñas para la construcción de su templo parroquial.

Por un documento del Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla conocemos que Juan Antonio Arenal de Velasco, maestro cantero vecino de la villa de Espera y residente en Sevilla a la hora de formalizar la escritura, concertaba con la Fábrica de la Iglesia Parroquial de Gines sacar y hacer de las canteras del Castillo de la villa de Espera cuatro columnas con sus basas y capiteles, labradas y pulidas, de cuatro varas de largo y de media vara y tres dedos de ancho. Su obligación era sólo realizarlas y cargarlas sobre las carretas en la misma cantera recibiendo por ello 1100 reales de vellón, 300 en el momento de firmar las escrituras, otros 300 a los 8 días y los 500 restantes cuando se cargaran las citadas columnas en las carretas. El plazo para la ejecución de la obra era de 50 días desde la fecha de la escritura. El documento está firmado en Sevilla el 28 de enero de 1710[1].

El 30 de mayo de ese año Juan Antonio del Arenal se obligaba ante el escribano del Cabildo y Regimiento de la ciudad de Sevilla, Juan José del Castillo, al transporte de las columnas de jaspe realizadas desde  Espera hasta Gines por un valor de 600 reales y traslado que debía realizar en un  plazo de 12 días desde la firma de las escrituras.

De la misma forma y en el mismo Archivo existe documentación sobre la piedra que el maestro cantero de la ciudad de Sevilla Antonio Gil había acordado con la Universidad de Mareantes de Sevilla[2], como perpetua administradora de su Real Colegio Seminario, la cantidad de 5.584  reales por sacar de las canteras de Espera 36 carretadas de piedra para la cornisa y remate del cuarto de la calle de aquel Real Colegio, a cuatro ducados de vellón cada una y los 4.000 reales restantes por el porte de dicha piedra desde la cantera espereña hasta el Real Seminario. El documento no está firmado por Antonio Gil porque decía que no sabía.