Juventud. ¿Se aburren? ¿Se sienten libres? Javier Elzo recopila los datos de estudios de los últimos años para saber en qué grado están contentos con sus vidas los jóvenes españoles.

        "Los jóvenes que solo piensan en la fiesta, que beben y consumen drogas hasta que el cuerpo o el bolsillo aguanten están manifiestamente menos contentos con sus vidas que los saben aliar la fiesta (consumiendo con moderación o no consumiendo) con el trabajo. el estudio, el deporte o, simplemente, con la vida cotidiana". Es a modo de resumen, la conclusión que el sociólogo y catedrático de la Universidad de Deusto Javier Elzo destaca de su último trabajo, una investigación publicada bajo el título los jóvenes y la felicidad. Para ello, Javier Elzo ha realizado una labor de recopilación de datos de diversos estudios y encuestas realizadas durante los últimos seis años a jóvenes españoles con edades comprendidas entre los 14 y 24 años con el hilo conductor de la felicidad: si tienen una idea de lo que es ser feliz, si están contentos con su vida, si se aburren en su tiempo libre, si se sienten libres en su vida, en la elección de su carrera, de sus amigos...

           Tras lo que han brotado las respuestas. Entre otras, Elzo apunta que es más feliz "el joven que tiene una mirada puesta en el otro, en el sentido de la justicia, de la virtud... lo que casa muy bien con la idea socrática de la felicidad y hasta con la quintaesencia del cristianismo como caridad"; el que "piensa un poco en el futuro, que estudia, que trabaja. y no habló ya del empollón de clase, sino del joven que sabe combinar el estudio con el ocio: y el que "sabe que la etapa de la adolescencia (de los 12 a los 14 años) es una situación de tránsito, de preparación, ha sabido pasar de esa edad psicológica y ha dejado de estar instalado solo en el momento del presente".

           Para definir a los jóvenes españoles de hoy, Javier Elzo subraya que éstos, "especialmente los de menor edad, tienen más recursos que nunca juventud alguna ha tenido, pero les falta, en muchos casos lo esencial: unos padres que tengan tiempo para estos con ellos".

            En este sentido, Elzo se muestra crítico con la realidad que se vive en los hogares actuales donde "lo más preocupante es que los hijos de 12 a 15 años están creciendo prácticamente solos" y en los colegios, "donde hemos pasado de una situación de la letra con sangre entra a una política de dejar hacer a los jóvenes más o menos lo que quieran y con unos profesores que están deseando jubilarse".