Las palabras EL CRISTO para los espereños significan mucho. Es la figura de Cristo pero, los espereños le damos más amplitud a esa palabra, por ejemplo.

       "pá el Cristo me voy a Espera"; dicen los espereños que se encuentran ausentes; "Pá el Cristo voy a estrenar un traje", "Pá el Cristo nos encontraremos toda la familia en Espera", "Cuando pase el Cristo empiezan las clases en el colegio". ¡Juan, este año no te he visto en el Cristo!, "Tengo que tener la casa limpia para cuando llegue el Cristo", "antes del Cristo me tengo que arreglar la cabeza"; pá el Cristo y todo lo que hablamos es pá el Cristo. Manuel, por favor, espera para arar el terreno hasta después del Cristo. Esto le decía Cristóbal Garrido a Manuel Junquera "Gitanito". Mi padre, era presidente del Espera C. F y todos los años le pedía al Señor Junquera un terreno para jugar al fútbol durante todo el verano y los días del Cristo, y el Señor Junquera quería ararlo lo antes posible. Como vemos, los espereños estamos muy identificados con nuestro Santo Cristo, siempre lo estamos nombrando.

Los que somos mayores, recordamos la fiesta del Cristo cuando se celebraban los cinco días: bajaba el Cristo el sábado y subía el domingo y los tres días restantes para lo lúdico. A los niños nos gustaba mucho ver cuando llegaba a Espera "Martita". Este era un señor que venía de Bornos andando todos los años para asistir a la misa del Cristo. El hombre llegaba a Espera vestido de blanco, como los niños cuando hacen la Primera Comunión y se colocaba muchas alhajas y medallas. Cuentan que al llegar a la Angostura entraba en el lavadero y allí se cambiaba. Solo venía para asistir a la Función del Cristo y una vez terminada la misa se volvía a Bornos como había salido. andando. A todos los espereños nos llamaba mucho la atención aquel hombre por la forma de vestir tan poco usual en Espera ya que por entonces se vivía en un ambiente de mucha austeridad.

        "Martita", decía que tenía una promesa de asistir todos los años a la misa del Cristo, y así lo hizo durante muchos años. Cuando pasó a la otra vida, en la misa del domingo del Cristo, se notabas su ausencia. Son muchos los devotos que nuestro Santo Cristo tiene en Bornos, pero el señor "Martita" fue muy especial.

         Espera y Bornos han estado muy unidos, por su proximidad y por la rivalidad que ambos pueblos han tenido, en el deporte y en lo relacionado con nuestro Santo Cristo y la Virgen del Rosario, pregonando como es lógico cada uno que lo suyo es lo mejor.

        Les cuento una anécdota que le ocurría a la gente de Espera cuando iba a Bornos: en el tiempo de la represión, después de la guerra, se quedaron muchas mujeres viudas y con hijos a su cargo, por ejemplo, María "la pajarilla". Asunción "la Nona", Dolores "la Fune"...