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REVISTA DEL CRISTO 2006

Introducción:

MIGUEL RODRÍGUEZ ARDILA

ESPERA FIESTAS PATRONALES 2006

Delegación de Cultura del Ayuntamiento y Consejo Parroquial de nuestra Iglesia.

Muy Sres. Mío/as:

            No pretendo poner una vela a Dios y otra al diablo al enviaros el mismo artículo a ambos editores IGLESIA-AYUNTAMIENTO, ya que con distinto cometido Político-Religioso veo que ambos estamentos persiguen un mismo fin: informar, amenizar, entretener y realzar nuestras Fiestas Patronales tanto en sentido religioso como festivo y turístico.

            A mí me gustaría que se editase un solo libro Iglesia-Ayuntamiento, pero no entro a valorar (Dios me libre la tentación) por qué lo hacen por separado. Sólo puedo agradecer a los miembros de ambas entidades, cuya vida guarde Dios muchos años (como se escribía en mi juventud), el honor que me hacen al permitirme participar en dicho evento.

Atentamente:

Miguelito.

LAS MIL SALAS DE ESPERA

            Cuando por estar más cerca de nuestro familiar, amigo o paisano, nos agolpamos estorbando en el pasillo de un hospital, alguna enfermera o celador nos dice:

-         Aquí no se puede estar; por favor, pasen ustedes a la sala de espera.

Si conozco algo al sanitario, y sin pretender hacerme el gracioso, yo le contesto:

-         Vale, de acuerdo; nosotros nos vamos a la sala de espera, pero ¿y los de Bornos, Arcos y demás que no tienen sala, a dónde se van? Porque en cada hospital, aeropuerto, estación, etc. Espera tiene una sala que no tienen los demás.

Por el contra, con mucha frecuencia criticamos a las chicas de este pueblo que alcanzan un alto nivel académico (bien merecido), que tienen el reproche por ser “LAS LISTAS DE ESPERA”; listas, que nadie queremos.

Para evitar este desaguisado, yo desde éstas líneas hago un llamamiento a todos los habitantes de la Villa para que opinen si sería factible escribir una letra más en el nombre del pueblo y que éste se escribiese con hache.

            Porque si el astrólogo Rey Hespero

            Ya con hache se escribió

            Y según la mitología

            A Espera este rey fundó,

            ¿A cuento de qué su hija

            la hache no la heredó?

            Si la cuestión fue un olvido

            allá en un tiempo remoto,

            aquí no hay nada perdido:

            se la ponemos nosotros.

            Que si Hespero la olvidó

            al convertirse en estrella,

            nosotros ponemos hache,

            que, aunque muda, es letra bella.

            Y, al escribir este pueblo,

            verán que guapa nos queda.

            Después de esta epístola metafórica entre prosa y verso, entre seria y jocosa, vamos a recordar unos poemas que a lo largo de mis años, visitando salas de espera, les dediqué a las mismas.

            En sala de espera espero,

            sin que en Espera estuviere,

            donde la impaciencia mata;

            donde el reloj no se mueve

            Aquí sufre el que es nervioso,

            aquí sufre el que es paciente,

            aquí las viejas revistas

            están de cuerpo presente.

            Aquí los cuadros son bellos,

            pero nadie los entiende.

            Aquí, en la sala de espera,

            entra un sueño que amodorra

            mientras se mira hacia el techo

            y se nos abre la boca;

            mientras pregunta el de al lado:

            Oiga….. ¿a usted cuándo le toca?

            Mejor que en sala de espera,

            en Espera bien se duerme.

            Pero ¿por qué tantas salas

            tiene Espera en el presente?

            Porque hace tres mil años

            quiso la diosa fortuna

            que Espera tenga mil salas

            y mil Villas sin ninguna.

            Ya para terminar voy a hacerlo con una letra que, si yo tuviese la facultad de cantar, lo haría por fandango, recordando aquellas coplas antiguas que sonaban con sentimiento gitano diciendo:

            Qué triste será el Mar “pasá” una noche sin Luna…… O aquella otra que decía:

            Porque no dan de comer, dicen que la “Carcetmala”….. y tantas y tantas otras que reflejaban sentimientos tristes en un “Tablao” de pueblo junto a una ronca guitarra, o entre el mugir de los bueyes en una dura besana, y entre la niebla del humo de una oscura gañania.

                        Mi fandango diría así:

            Que triste es “Pasá” una noche….

            en una sala de espera,

            llenos de fatiga y sueño,

            “pasá” las horas en vela

            haciendo alguna plegaria

            y pidiéndole algún Milagro

            Al SANTÍSIMO CRISTO de Espera.

                                   Espera 2006

                                   Miguel Rodríguez Ardila

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