Y tú que haces
Una de las grandes riquezas que tiene un pueblo como el nuestro sea quizás comunicación. A menudo estamos tan acostumbrados, que no nos darnos cuenta de todo lo bueno y lo importante que es el saberse conocido por todos, que todos te conozcan y que de una manera espontánea surja un: "¡Buenos días! ¡Qué calor hace! y usted, ¿cómo está?"
Es bonito.
Y podíais preguntarme: "¿Ya qué viene esto?".
Veréis. Una mañana, corno tantas otras, aprovechando el fresco, iba caminando por mi ruta de costumbre y en esos momentos tropiezo con mucha gente. ¿Quién no tiene en estos días la tensión alta o quiere perder peso o tiene un poco de colesterol o ...?
En una de esas ocasiones me dicen:
- "Miguel, ¡buenos días! Ya está aquí el Cristo".
-"Si que es verdad", le contesto y continuo anclando.
Esa afirmación me trajo muchos recuerdos guardados y vividos desde niño. Parece mentira, pero llevo ya 36 años "bajando y subiendo al Santo Cristo". Recuerdo cuando bajaba el Cristo por esos senderos, aún de gravilla, esos hombres cargando las parihuelas, unos viven, otros no; la seriedad con que lo hacían, mis seres queridos...
La verdad es que eran tiempos tan distintos a los de ahora que cuesta trabajo aceptarlos.
Descansando un poco, me quedé nostálgico mirando al Castillo y me dije: "¡Cuánto haces por nosotros, Santo Cristo!" Y pensé que Él era el único "líder" que no descansa y que sigue estando entre nosotros. Él no tiene interés por ganar nada, sino por cuidar a sus hermanos en la fe. ¿Qué haría Él ahora en relación a nuestras gentes emigrantes que se marchan a Huelva, a Murcia, a Zaragoza,... Los ancianos que se tienen que marchar de sus hogares a otros asilos... Las muchachas que se marchan a trabajar a otras poblaciones... Nuestros campos sin regadío...Nuestros estudiantes en autobuses todos los días...
Estoy seguro que Él no estaría cuatro años, sino toda la vida luchando para que sus hijos, nosotros, tuviéramos una vida digna y justa en nuestro pueblo, que se lo merecen de verdad.
Además, todos sabemos que Él hace un montón de cosas por nosotros y sería mentira decir lo contrario. Y, la verdad es que me daría miedo si fuera al revés y El me preguntara:
-"Y tú, ¿qué haces por mejorar tu pueblo?".
No sé si sería por la edad o porque se acercan las fiestas del Santo Cristo, pero lo pensé.
En fin, voy a volver a casa a ducharme, ya está bien de pensar tan de mañana. Que el Santo Cristo, Jesús de Nazareth, nos ayude a seguir viéndonos cada mañana y decirnos: -"¡Buenos días!".
Miguel Salas Romano.
Índice de Artículos de la Revista 1997
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@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2006 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA