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Artículos de la Villa de Espera

Una consideración para mejorar el futuro y prosperidad de nuestro pueblo

 

Una consideración para mejorar el futuro y prosperidad de nuestro pueblo

 

   Es fácil darse cuenta de que nuestro pueblo ha prosperado muy poco en estos últimos  años, hecho que quizá venga ocurriendo desde mucho tiempo atrás. El mirar hacia otros pueblos limítrofes marca ya una diferencia apreciable e importante. Los negocios en Espera han permanecido estables o en algunos casos en disminución. Negocios casi exclusivamente de bares. No han aparecido nuevas empresas que puedan generar puestos de trabajo, así por ejemplo: no existen dados de alta fontaneros, carpinteros, cristaleros, escayolistas, profesionales del aluminio y cerrajería, pintores, muy pocos profesionales con carrera, y un largo etcétera. Sólo con mirar a todas aquellas personas que tienen que salir del pueblo y que cada vez más se quedan a vivir en otras poblaciones, nos haría reflexionar sobre el tema.

 

   Son muchos los factores que han  motivado esta situación, muchos de estos no dependen directamente en nosotros, pero otros sí. Me gustaría con esta carta exponer uno de los factores más importantes, que afectando al desarrollo y prosperidad de nuestro pueblo,  depende exclusivamente de nosotros los espereños.

 

   Es un hecho conocido que nuestra gente se vuelca a veces incondicionalmente hacia los de fuera,  ya sean del oficio o profesión que sean. Es un hecho que no es criticable, sino todo lo contrario. Lo que no es aceptable de ninguna manera es la constante critica negativa y a veces envidiosa que hacemos a nuestros propios hijos de Espera. Conocemos a mucha gente que ha participado ofreciendo su tiempo, trabajo y dinero en actividades como el fútbol, la cabalgata de reyes magos, maratón del pavo, carreras de bicicletas, festivales de Navidad, teatro, hermandades, etc., y sin embargo y por mucha gente, son criticados con expresiones como: “ mira que es tonto, en lo que pierde el tiempo”, “qué pretende aparentar”, “ lo hace porque le sobra el dinero”, “se cree que le van a dar una medalla”, “nadie se lo agradecerá”, etc. Si en lugar de esta critica mala, felicitásemos y agradeciésemos a estas personas su esfuerzo desinteresado, todo iría mejor en nuestro pueblo.

 

   ¿Es que nadie ha observado cuando un espereño decide montar un negocio o una empresa, o simplemente hacer un trabajo, lo que una gran mayoría opina públicamente en la calle y bares?.

Se escucha por ejemplo: ¿Se habrá creído este que va a descubrir América?, ¡Con lo tonta y floja que ha sido siempre su familia, este cerrará a los dos días!, ¡Mira que era un pobre muerto de hambre y ahora se viste de marca!, ¡Fulano se ha comprado un coche nuevo, dónde estará robando!, ¡ Lo han hecho encargado, y ahora se cree un dios!, ¡ Se cree que la empresa es suya ¡... y un largo etc. Este comportamiento de muchas personas de nuestro pueblo, sin lugar a dudas, no favorece a que nuestra gente prospere, arriesgue en negocios, mejore su trabajo, dedique su tiempo desinteresadamente por los demás, ni si quiera anima a los más jóvenes a que estudien una carrera o aprendan un oficio. Yo diría que el ambiente tan malo que crea la critica envidiosa sobre los propios hijos de Espera detiene y coarta el espíritu emprendedor, el esfuerzo personal y las miras de futuro de los espereños, impidiendo al mismo tiempo el desarrollo y la prosperidad de nuestro pueblo.

 

   Algunas personas establecen una forma tranquila de vivir, sin emprender nada, sin arriesgarse, siendo una forma de plantear la vida tan digna y respetable como otra cualquiera. Lo que había que pedir a estas personas es que no critiquen malintencionadamente a las personas que se arriesgan y son emprendedoras.

 

    Muchas cosas tienen que cambiar para que algo cambie en este sentido, pero lo que sí podríamos ir haciendo es lo que depende de nosotros mismos.

 

   Debemos hacer un esfuerzo en apoyar a nuestra gente, darle su sitio, entusiasmarla en el futuro y si algo sale mal y se caen, ayudarles a ponerse en pie y alentarlas a seguir en la lucha. Sólo desde esta aptitud podremos resucitar la ilusión de hacer las cosas, de trabajar por nuestros hijos y por nuestro pueblo.

                                                           Curro Garrido. Sep. 98

 

 

Índice de Artículos de la Revista 1997

 

 

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@ Antonio Durán Azcárate. 2001  - 2006  Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA