Molino de los Diezmos
En el archivo de la Catedral de Sevilla se conservan los títulos y otros documentos relativos a la cilla de Espera que datan de los años 1.652 – 1737, La fecha de construcción del actual Molino o casa de la Cilla es de 1.771 por lo que hay un desfase de 34 años entre 1.737 última fecha constatada en el A. C. de Sevilla y la de 1.771 fecha de la construcción del edificio. Ello nos lleva a suponer que, o bien la cilla anteriormente estuvo en otro lugar, o, si lo estuvo en el actual emplazamiento, esta no se terminó hasta la fecha mencionada, según consta en la inscripción de la fachada, bajo el emblema del Cabildo de la Catedral de Sevilla (1).
El edificio sirvió, desde un principio, para recoger los diezmos y primicias que los espereños tenían que pagar como impuestos a la Iglesia de Sevilla a la que nuestro pueblo pertenecía.
Pero, a partir de 1.835, con Mendizábal en el Gobierno, comienza un verdadero proceso desamortizador en España, aunque, realmente, desamortizaciones se habían realizado desde épocas anteriores. (En este mismo libro aparece un proceso desamortizador de 1.822, durante el reinado de Fernando VII). Ese mismo año se suprimen las Ordenes religiosas, en 1.836 se decreta la desamortización de los bienes de las Ordenes religiosas, al año siguiente se suprime el Diezmo y a partir de este momento el Estado incauta una serie de bienes de la Iglesia que luego vende en subasta pública al mejor postor (2).
Así ocurre con el edificio del Molino. Hacia 1.875 se vende en subasta, siendo adquirido por D. Alonso Moreno López ( de Las Cabezas de San Juan) y D. Francisco Ibáñez ( de Espera). En 1.878 D. Francisco Ibáñez compra la parte de D. Alonso Moreno. En 1.894 es heredado por Dª Rosalía Ibáñez permaneciendo en manos de sus herederos hasta la actualidad.
Siempre mantuvo el uso para el que fue construido ( almazara y almacén de granos), aunque en la actualidad se utiliza maquinaria más moderna.
En el exterior no presenta alteraciones y en el interior son mínimas, siendo su aspecto actual muy parecido al primitivo.
El edificio, actualmente en proceso de creación como B.I.C. (Bien de Interés Cultural), es de planta rectangular. Tiene la fachada principal lisa y encalada. con decoración simétrica de ventanas repartidas y centradas por una portada de piedra: un vano de arco escarzano decorado con relieves geométricos, flanqueados por pilastras toscanas y cornisa superior con remates en sus extremos. Sobre la cornisa una inscripción en piedra que da fe de la fecha de la construcción y el emblema del Cabildo Catedralicio de Sevilla. En el tejado una veleta de forja.
La fachada trasera conserva la cantería en las esquinas así como los remates que levantan sobre la cornisa final.
Por su organización y materiales de construcción es uno de los edificios más representativos de las Cillas-almazaras.
En la entrada , a nuestra izquierda, la sala que debió ser alojamiento de los canónigos y que contiene interesante decoración en los huecos de las ventanas hacia el exterior y en el techo tiene la madera dispuesta por travesaños formando casetones cuadrados lo que le da cierto carácter de sala noble. La sala de enfrente tiene las mismas dimensiones pero sin la decoración anterior.
Pasado el vestíbulo se accede a un patio en el que se abren tres arcos de medio punto que descansan sobre robustas columnas seudo-dóricas. De los arcos laterales arrancan las rampas de acceso a la planta superior, construidas así para facilitar la subida de los animales de carga con el grano a los almacenes.
Encima de los arcos antes mencionados, hay una galería corrida, con columnas semejantes a las de la planta inferior. Sobre ellas, unas zapatas bien talladas soportan el alero del tejado. Por dentro de esta galería , tres graneros, uno en el centro y dos a los laterales.
De nuevo en la parte inferior, en el patio, encontramos un aljibe a nuestra izquierda. En la nave de ese lado se encontraba antiguamente el lagar. La nave de nuestra derecha es la de mayores dimensiones y se halla dividida por una serie de columnas del mismo tipo que las vistas anteriormente. Aquí se almacena la aceituna y están las muelas del molino. Al principio eran dos y estaban movidas por animales que tenían en la pared unos huecos que le servían de pesebres.
En la sala de enfrente, está la prensa, en la que en un principio se utilizaba una gran viga para poder prensar. Todavía se conserva en el tejado que da al patio un reloj de sol.
En definitiva, podemos decir, que este es uno de los edificios de cillas-almazaras mejor conservados de Andalucía y que actualmente sigue realizando la misma función para la que fue creado, mereciendo la pena ser visitado por toda aquella persona que aún no lo haya hecho.
SEMINARIO DE CULTURA ANDALUZA C. P. «ANTONIO MACHADO». ESPERA.
NOTAS.‑
1.-Para la confección de este artículo se ha utilizado el libro «Pósitos, cillas y Tercias». Consejería de Obras Públicas y Transportes. Sevilla 1992 II y las Escrituras del Edificio.
2.-Los bienes amortizados eran aquellos que no podían ser enajenados, ni vendidos, ni repartidos en herencia. Podían pertenecer a la nobleza, a las Ordenes religiosas o a los municipios. Constituían el régimen conocido como « manos muertas». El Estado lo que pretende es que estos bienes se puedan vender y comprar para poder disponer de una serie de impuestos con los que hasta ese momento no contaba.
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@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2006 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA