Escultura Ibérica de Esperilla
Cuando allá por el año 1.968 apareció el león ibérico de Esperilla (anteriormente había aparecido otro que al parecer fue llevado a Madrid, donde se le perdió la pista), podíamos pensar que aquél era un pequeño yacimiento ibérico (turdetano para ser más exacto) y nada más. Con el transcurrir de los años el número de esculturas encontradas es tal que podemos decir que en la Provincia de Cádiz no hay otro yacimiento que haya dado tal cantidad de obras escultóricas ibéricas como éste.
Las esculturas podemos dividirlas en dos grupos: de animales y humanas.
En el primer grupo abundan los leones, animal más representado. Se conocen un total de 14, de los cuales sólo dos completos: uno conservado en La Sanguijuela y el otro, un pequeño león votivo aparecido en las cercanías de Las Magallanas, en paradero desconocido. Varios de ellos sabemos que pertenecen al mismo taller por la técnica del modelado de la melena, que otro aparecido en Utrera y conservado en el Museo Arqueológico de Sevilla. Otros son, claramente de otras escuelas o talleres.
Parece fuera de toda duda la función que tenían estas esculturas. Al parecer se colocaban encima de las tumbas y « defendían la inviolabilidad de la sepultura, el descanso del muerto y la integridad de su ajuar. Los leones, aparte de proteger al difunto, simbolizaban el valor del mismo, puesto que estos animales también eran considerados los reyes de su entorno « (1).
El conservado en la Iglesia Parroquial de Espera mide algo menos de un metro de altura y conserva toda la parte delantera, faltándole la trasera. Hace descansar su mano izquierda sobre un ternero que parece que ha cazado. Muestra unas garras muy desarrolladas y una melena bien acabada, pero sus manos y su cara son muy toscas y de poca calidad artística.
El conservado en La Sanguijuela es el único que apareció completo. Tiene la cola entre las patas y la hace descansar en el lomo. Su melena está muy desgastada, pensamos que por efectos del tiempo.
El conservado en la Casa de la Cultura está partido por la mitad le falta la parte trasera y las patas. Su boca está dañada de antiguo y su melena está bien acabada. Bajo su mano derecha sostiene un carnero del que hay que destacar el acabado de uno de los cuernos. Este león y otra cabeza aparecida a pocos metros de él, tienen paralelismo con el encontrado en Utrera, conservado en el M.A. de Sevilla, lo que nos lleva a pensar que podría tratarse de un taller de las cercanías. También es claro que este tipo de escultura no tiene ningún parecido con las aparecidas en Porcuna (Jaén) o Baena (Córdoba).
De los otros sólo se conserva la cabeza, algunas en buenas condiciones, o la parte trasera.
La mayor parte de la piedra utilizada es caliza, la propia del yacimiento.
La escultura animalística se completa con un cérvido , en altorrelieve, adosado a una pared, al que le falta la cabeza y una vaca, actualmente desaparecida, en bajo relieve y también adosada a la pared de las mismas características de algunos, caballos aparecidos en El Cigarralejo ( Murcia) o Mogón ( Jaén).
En cuanto a las representaciones humanas, hasta ahora sólo se conservaba la parte inferior de una escultura. parecen los pies de una mujer y detrás una especie de asiento de piedra. Fue reutilizada en la calzada romana que transcurre por el S. y W. de Esperilla ( Via Asido). El acabado de los pies es perfecto: pero uno de ellos está dañado por el arado que lo descubrió.
A esta escultura se añadió el pasado diciembre la aparición de otras dos, una junto a la otra, y muy cercanas a unas tumbas romanas de incineración. La primera es una dama sedente, completa, pero inacabada en sus detalles. Tiene los dos brazos hacia adelante, pero no da la sensación de ofrecer nada como ocurre con muchas de su estilo. Posee todas las características de una dama ibérica, como la de Baza, pero sin acabar y sin hueco para las cenizas del difunto. Tiene 1,10 metros de altura.
La otra es la imagen de un guerrero ibérico con su clásica indumentaria. Lleva una especie de casco en la mano izquierda, le falta la cabeza y el acabado de los pies es muy tosco. Mide 0,95 metros de altura.
Si a todo esto añadimos el conjunto de leones, que procedente de Carissa Aurelia se conservan en el M.A. de Sevilla, un total de cinco, y otro en el M. A. de Cádiz, nos encontramos en nuestro término con los dos yacimientos ibéricos mencionados , es uno de los más ricos en este tipo de escultura, no sólo en la Provincia de Cádiz, sino en toda Andalucía, comparable con los yacimientos de Osuna, Porcuna o Baena, Nuestra intención es que dentro de poco tiempo pueda contemplarse en la Casa de la Cultura una Exposición de la Escultura Ibérica de ambos yacimientos.
NOTAS.‑
1).- Escultura zoomorfa ibérica. Teresa Chapa Brunet. Escultura ibérica Revista de Arqueologia.Z.E. Madrid. 1988
Índice de Artículos de la Revista 1997
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@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2006 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA