El Turismo

    De todos es conocido el auge que el turismo dá a una nación. No en balde, todos los países organizan grandes campañas publicitarias para atraerse la mayor parte de todos los seres que pueden disfrutar sus vacaciones en países extranjeros.

La prueba evidente la tenemos en nuestro país, turístico por excelencia, debido a su insuperable clima, dotado de maravillosos hoteles, campings y sus magníficas playas; y una de las razones más interesantes, su economía, factor muy importante para el turista.

Nuestra región, Andalucía, es quizás la zona más visitada por el turismo, pues tiene unos factores óptimos para pasar unas agradables vacaciones, La mayoría de los visitantes prefieren este sol incomparable, bañarse en nuestras serenas y limpias playas, disfrutar de nuestro pintoresco paisaje y emborracharse de alegría con nuestro embriagador folklore.

En este marco maravilloso de nuestra región, se encuentra nuestro pueblo, ESPERA, con una vista panorámica excepcional digna de contemplarse. Construido en la falda del monte Fatetar, con sus calles empinadas, típicas calles de nuestra Andalucía la Baja, y al fondo, en lo alto, majestuoso el Castillo de Fatetar: baluarte militar que fue muy importante en nuestras pasadas luchas con el moro. Dicho Castillo contiene en su interior el más rico tesoro para los espereños, su Patrón el Santo Cristo de la Antigua: talla sin par, que aparte de la devoción que le profesan sus parroquianos, suscita gran admiración por todos los que lo visitan, principalmente en la bajada y subida procesional que tiene lugar el segundo sábado y domingo del mes de septiembre respectivamente. Las fiestas que se celebran en su honor son muy populares por estos contornos, tanto como por el carácter religioso, como por sus festejos profanos.

El visitante podrá admirar igualmente nuestra Iglesia Parroquial, obra renacentista, construida toda de cantería y en forma de cruz griega a finales del XVI, alzada en el corazón de la villa, y que unida al Santo Patrón y al Castillo, forman una trilogía que enorgullece a todos sus habitantes.

Aparte de estas obras de arte, el visitante puede disfrutar de la tranquilidad y sosiego que se respira en nuestro pueblo, y sobre todo la enorme hospitalidad que derrochan sus habitantes.

A toda esta serie de factores tan interesantes que posee ESPERA para disfrutar del movimiento turístico, se antepone el aislamiento a que estamos sometidos, debido a sus carreteras intransitables, inaccesibles. ¿Es posible que en la era espacial, en la era de las grandes autopistas, no podamos contar con 20 o 30 kilómetros de carretera al menos en regulares condiciones? Pues sí, así es la realidad, y es verdaderamente lamentable que un pueblo no pueda prosperar unido a nuestro creciente país, debido a estas circunstancias.

Deseamos que los responsables de este mal que nos aqueja puedan pronto ponernos en el lugar que nos corresponde, dentro de esa zona tan vi­sitada y admirada por nacionales y extranjeros.

José Lozano Lozano.