Entrevista con José

                       

José es un joven de la localidad, conocido y apreciado por todos por sus muchos valores. Casi desde el comienzo de las obras ha colaborado muy estrechamente, sin regatear esfuerzos y siempre dispuesto a todo, con el mayor desinterés. Le notamos que está satisfecho por su trabajo y por ver las obras terminadas, y por eso le preguntamos:

—Quisiéramos, José, que nos dieras tu parecer acerca de las obras realizadas en la Ermita del Santo Cristo.

—Pues sí, ha sido una obra muy necesaria, porque no podíamos tener una imagen tan valiosa y querida por todos, entre tan malas paredes, corno las tenía la Ermita por dentro. Hoy ha quedado todo completamente nuevo y para toda la vida, porque han sido muchas y muchas las ca­mionadas de arena y muchos sacos de cemento, los que se han invertido en esas paredes y muros.

—Te hemos visto colaborar como pocos casi desde el principio de las obras; y por cierto, que también has trabajado bastante y desinteresadamente, ¿por qué lo has hecho?

—Pues lo hago simplemente por mi Patrón, como es el Santísimo Cristo de la Antigua; y también por ver cómo quedaba el Castillo, que es como yo deseaba verlo; a fin de que todos los que lo visiten queden satisfechos de lo bien que está. También he ayudado porque sé que era mucho el empeño que tenía nuestro Párroco por arreglarlo, y ya vemos que se ha conseguido lo que él quería.

—¿Crees que la juventud ha colaborado bien? ¿Qué le dirías a los jóvenes después de terminadas las obras, con tantos sacrificios y esfuerzos?

—Reconozco que era una obra en la que tenían que intervenir los jóvenes, ya que no se disponía de todos los medios necesarios; era preciso la colaboración de la juventud, que ha mostrado su valía al colaborar con grandes esfuerzos.

—Cuéntanos algo de las dificultades que según tu parecer han podido existir...

—La primera dificultad que yo encontraba, era que no se disponía del dinero que se necesitaba para esa obra tan gi­gantesca; lo consideraba una locura imposible de realizar. Me parecía insuficiente la colaboración del pueblo, pues aunque la Ermita está acabada, aún quedan las afueras de la explanada, que sé que también se arreglará.

—¿Crees tú que todos los espereños han colaborado tratándose del Sto. Cristo?

—Pues sí; precisamente por tratarse del Santo Cristo, creo que todo el pueblo ha colaborado, y si se le hubiera pedido ayuda a los espereños que están fuera, también la hubieran dado. Muchos se han limitado a dar su donativo; otros han puesto su trabajo; tal vez, algunos, al ver lo largo de las obras se cansaron, y resulta que algunas veces siempre éramos los mismos.

José, muy contento y satisfecho por su ayuda, también recibe nuestra enhorabuena, y en él deseamos felicitar a tantos y tantos jóvenes como han ayudado.

JOSÉ MORENO GARCÍA.