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Y hablando de Ermitas… San Bernardino


        Hasta ahora se desconocía casi toda la historia sobre la Ermita de San Bernardino, que aunque es bastante corta, si que es interesante. Intentaré plasmar un poco lo que a lo largo de éstos últimos años he ido recopilando sobre ella.

        “ Los muchos vecinos de ésta Villa que tenían sus haciendas de viñas en el término de ésta” solicitaron Licencia al Sr. Provisor  para “ fabricar una Capilla en medio  de éstas y en ella se celebrase el Santo Sacrificio de la Misa y con éste beneplácito no se quedasen sin oírla en los días de precepto, por estar dichas haciendas distantes de ésta Villa cerca de una legua”.

        El Sr. Provisor dio licencia para hacer dicha Capilla el 10 de Enero de 1736.

        En esa fecha fundaron en dicha Capilla la Hermandad de la Santísima Cruz de Cristo y Nuestra Señora de los Remedios, que sería la que gobernase dicha Capilla. Por dicha razón es por lo que ha perdurado a través de los tiempos el nombre de la Cruz, Cruz que se colocó a la puerta de dicha Ermita o Capilla.  A dicha Hermandad a partir de dicha fecha le fueron dejando en herencia varias propiedades de la zona.

        Los vecinos que tenían sus viñas hicieron dicha Capilla y se bendijo el 18 de Noviembre de 1740, con el nombre de San Bernardino de Feltro, y en ese día se celebró el Santo Sacrificio de la Misa.

        El 28 de Abril de 1741 fue nombrado por D. Antonio Fernández Rajo, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, Provisor y Vicario General de esa Ciudad, el primer Ermitaño de dicha Capilla, que fue D. Pedro Miguel Calvo, en cuyo empleo estuvo hasta el 30 de Agosto de 1759, fecha en que murió. Entonces D. Marcos Parra, Presbítero de ésta Villa solicitó al Licenciado D. D. José de Aguilar y Cueto, Prebendado de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad de Córdoba, Provisor y Vicario General de la Ciudad de Sevilla y su Arzobispado, el que le concediera que fuese el Ermitaño de dicha Capilla, nombramiento que le fue otorgado el 27 de Noviembre de 1759.

        El 14 de Noviembre de 1761 y por el mencionado D. José de Aguilar y Cueto por mandato del Excmo. Señor Cardenal Solís, Arzobispo de Sevilla, fue nombrado Santero y Capiller  D. Francisco Carmona ,  casado con Dª Florencia de Fuentes, ambos vecinos de ésta Villa. A el se le hizo entrega de las alhajas y bienes para su custodia, así como el encargo de hacer inventario de dichos bienes.

A partir de 1780 la Hermandad de la Santísima Cruz es la que nombra a los santeros, por mandato del Señor Provisor.

El 29 de Febrero de 1784 y siendo Hermano Mayor y Secretario de dicha Hermandad el Ilustre Espereño D. Juan Antonio Cuevas y Arias , entonces Teniente del Regimiento Provisional de la Ciudad de Ronda y que llegó a ser Coronel de Caballería, fue nombrado como santero de dicha Ermita D. Enrique Valverde. Entre los Hermanos Mayores que tenía la Hermandad por entonces estaban D. Gonzalo y D. Andrés Muñoz Arias, hermanos de D. Francisco Muñoz Arias, Presbítero y Cura de la Parroquia de Sta. Mª de Gracia durante algunos años, todos espereños; también estaba D. Juan Burguillos Gutiérrez, Hermano Mayor que fue también de la Cofradía de la Soledad y de la Hermandad de la Santa Veracruz.

En 1788 a la muerte del santero, D. Juan Ramón Lozano, hubo de intervenir el Señor Provisor, ya que producida la vacante se formularon dos peticiones de santería, una de D. Fernando Moreno del Real, Presbítero y Comisario del Oficio de la Santa Inquisición de Sevilla, que había sido también Hermano Mayor del Santo Cristo y Secretario de dicha Hermandad, que contaba con sesenta años de edad; y por otra parte, D. Manuel Plata, apreciador de ésta Villa y que contaba con el beneplácito del Presbítero y Cura más antiguo de la Iglesia Parroquial D. Francisco Muñoz Arias y de los Hermanos Mayores, entre ellos sus dos hermanos, por lo que prevaleció ésta solicitud , siendo nombrado como tal el 1 de Julio de 1788.

La decadencia de dicha Hermandad y de dicha Capilla empezó a comenzar a raíz de la solicitud que presentó dicha Hermandad el 23 de marzo de 1794 al Priorato de Ermitas solicitando que se concediera licencia para poder dar las tierras que ésta Hermandad poseía a censo perpetuo, que en dicha fecha se distribuía en : 23 fanegas de tierra en el Camino de Morón lindando con el Marques de Ruchena; 4 fanegas en las Rosas y Marmolejo; 10 fanegas en el Algarrovillo; 10 en el Cerro del Apio y 12 fanegas en la Cima. Las razones que se esgrimieron era que no producían nada a la Hermandad y de ésta forma si se recogerían los censos. La licencia y facultad para dar dichas tierras una vez que se establecieran las cuotas a pagar por fanegas a censo perpetuo le fueron concedidas el 9 de Abril de 1794. Gran parte de esas tierras fueron dadas a vecinos de Bornos, por lo cual se debilitó la asistencia a dicha Capilla y a raíz de la invasión francesa, con la Capilla en ruinas no hubo fuerza bastante para su refuerzo y mantenimiento, no habiendo fecha certera de su desaparición como tal, aunque estuvo entre 1805 y 1809. Lo que si permanecería a lo largo de los tiempos y reformado en muchas ocasiones fue la Cruz, y cuya penúltima Cruz que  coronaba dicho monolito y que era bastante bonita fue objeto de un acto vandálico, que nos privó de una gran vista.

 

Antonio Durán Azcárate . 1997

 

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