Artículos de la Villa de Espera
HISTORIA DEL ESPERA C.F.
DESDE LOS COMIENZOS EN
LA DÉCADA DE LOS
AÑOS 30.
Es muy difícil escribir la historia de un
club pequeño como el Espera C.F. debido a la falta de datos, de documentos, en
los que basarse para ello. Sólo desde el momento en el equipo entra en
competición regional podemos tener fichas, crónicas de partidos, actas, etc.
Hace unos años nuestro paisano Pepe Romano, que nunca le dio una patada a un
balón, pero que es,
y lo ha sido siempre, un gran aficionado a este
deporte, escribió un pequeño libro sobre la historia de nuestro club que
comenzaba allá por los años 40. Lo cual es de agradecer.
Sin embargo, todavía podemos remontarnos un poco más atrás
en el tiempo para conocer la historia de nuestro equipo. Efectivamente, era el
año 1932, en plena Segunda República Española, cuando se celebraban, que sepamos
hasta ahora, los primeros partidos de un equipo en nuestro pueblo. Esto
significa que hoy, fines de 2008, el club existe, al menos, desde hace 76 años.
Debemos la noticia a José María
Garrido, secretario del Ayuntamiento por aquellos años, gran aficionado al
fútbol también, y árbitro local en los encuentros que se disputaban en nuestro
suelo. En una de las cartas que enviaba asiduamente a su hermano Cristóbal, cura
por aquellos años en El Gastor y posteriormente en Sevilla, comentaba la
celebración de la feria de la Cruz,
lugar donde en un principio se celebraba la feria de mayo en Espera. Una de las
partes de la carta (10
de mayo de 1932, unos días después de la celebración de la misma) decía:
” Este año ha sido cosa molestísima por la falta de coches
y por la enorme concurrencia de forasteros, que el segundo día con motivo de un
partido de foot-ball entre el equipo de La Unión
de Arcos y Las Cabezas F.C., fue verdaderamente extraordinaria: Esta ha sido la
única novedad de nuestras fiestas, los tres “machts” organizados que han animado
muchísimo. Como cosa notable has de saber que nuestro ESPERA BALOMPIÉ sufrió el
primer día una seria derrota luchando con el Guadalete F.C. de Villamartín (8 a
1) pero antes podemos contar un empate con Bornos y una victoria sobre éste por
3 a 1, lo cual satisface nuestra eterna rivalidad”.
No fue muy bien, como vemos, el inicio
del equipo, por lo menos aquel año, ya que fue goleado por el Villamartín, pero
los espereños se sentían contentos por el hecho de haber ganado al Bornos por
3-1. Es destacable, también, la noticia de la gran afluencia de público. Garrido
destaca el día del partido Arcos-Las Cabezas, dos pueblos vecinos, con más
población que Espera y que contribuyeron a animar la feria de La Cruz
aquel año. Esto muestra también el carácter mayoritario que iba adquiriendo el
deporte del fútbol por estas tierras, siendo capaz de arrastrar tanto público de
una localidad como de la otra.
En mayo de 1933 el Espera volvía a jugar un partido de
fútbol durante la feria de
la Cruz. Esta
vez era contra Las Cabezas. José María Garrido, árbitro de aquel partido
relataba lo siguiente a su hermano Cristóbal en una carta dirigida a El Gastor,
dónde éste continuaba de párroco:
“¡Ah! Otra renuncia: me
retiro definitivamente de mi cargo de referer
(árbitro) perpetuo del Espera Balompié. La razón es que el último día de feria
me han dado un susto morrocotudo. Habíamos concertado un partido con Las Cabezas
F.C. Este club tiene un equipo con pretensiones y venía dispuesto a ganar. En
efecto, en el primer tiempo
arbitró un señor de Cádiz y nos sacaron la ventaja
de 1 a 0; pero llega el segundo tiempo, empuño el silbato, animo a mis huestes y
aquello fue la caraba: 4 tantos en 12 minutos de juego. Al segundo los de Las
Cabezas estaban ya entregados… Pero eh aquí que al cuarto gol, que fue una
jugada perfecta y limpia,
como todas las demás, el capitán del equipo me
reclama, haciéndome presente que uno de mis jugadores estaba fuera de juego.
Esto era verdad, pero ello no influía para nada en la validez de la jugada,
puesto que el jugador en off-side (fuera de juego) no tocó el balón. Apenas he
logrado convencerlo y nos disponemos a reanudar el juego, un espectador de Las
Cabezas se lanza al campo y me hace la misma reclamación correctamente. Yo le
doy las mismas explicaciones y, en esto, uno de los jugadores le recuerda no sé
qué actuación parcial
que aquel individuo había tenido arbitrando un
partido en su pueblo. El sujeto en cuestión se encara con el tal jugador y hace
ademán de pegarle. Yo le contengo
y le aconsejo que no pegue a nadie, pero la gente
cree que la amenaza del puñetazo es a mí, y, sin que yo pueda evitarlo, uno le
larga un directo al parietal derecho. El hombre (el agredido) contesta
enérgicamente y el público se lanza sobre él al tiempo que los municipales
intervienen y queda cortado el incidente. Pero esto no tarda en reproducirse
y faltó poco para que el imprudente
fuera linchado. En este momento se terminó el
partido, como es natural. Si en vez de jugar 12 minutos jugamos los 45
reglamentarios hubiera sido una hecatombe. No puedes formarte idea de la
reacción de mi equipo ni qué manera de dominar”.
De estas dos cartas podemos extraer
algunos datos. Al parecer José María Garrido, no sólo era el organizador de los
partidos, era también el entrenador y el árbitro. El año 1932, durante la feria
de la Cruz,
el equipo fue goleado por el Villamartín, pero antes de la feria había jugado ya
dos partidos con Bornos, empatando uno y ganando otro. Lo que significa que
debió ser antes del mes de mayo. José Mª Garrido tenía un dominio completo del
reglamento, especificando cómo no se podía anular un gol por fuera de juego
posicional. Era además el entrenador y animando a sus jugadores
era capaz de levantarles el ánimo de tal forma que
le dieron la vuelta al marcador en el partido contra Las Cabezas.
La efervescencia futbolística siguió
aquellos años de
la República
ya que en 1933 el Ayuntamiento, en el punto 5 de la sesión plenaria de 31 de
agosto, acordaba por unanimidad nombrar una comisión integrada por Manuel Moreno
Miranda, alcalde en aquel momento, José María Garrido, secretario y Rafael de
Cruces para que se encargasen de organizar los festejos que se celebraban
tradicionalmente durante los días del 9 al 13 de septiembre (eran lógicamente
las fiestas del Cristo, pero el Ayuntamiento de izquierdas en aquel momento
obviaba el nombramiento de la fiesta religiosa). Como base de dichos festejos,
decía el texto del punto 5º, “se instalará una iluminación extraordinaria, se
contrataría
la Banda de
Música de Arcos de la Frontera
y se subvencionaría al Espera Balompié con 100 pesetas para la celebración de
dos partidos de fútbol”. Ese año, pues, celebraron partidos tanto en la feria de
mayo, que se celebraba en
la Cruz, como
en la fiesta del Cristo en septiembre. Aquellos años ya formaban parte del
equipo jugadores como Cigardones, “El Nono”, Fernandito, José Lozano “El
Correo”, Antonio y Servando Garrucho, Diego Rivera Bautista, etc.
Tras la Guerra
Civil, don Cayetano Leyrás
Martí, el cura párroco, organizaba de nuevo el equipo. Aparecieron entonces
valores: Manuel Mancheño, que llegaría a jugar en Primera
División en las filas del Atlético Tetuán, los
hermanos Cruces (Antonio y José María), los hermanos Ferreras (Miguel y
Currito), etc. Se conserva todavía alguna foto del equipo de don Cayetano en la
que aparecen jugadores como Fernandito, Oliva, Benítez, Antonio Cruces, Papichi,
Paquito Juana, Manolo Jiménez y Antonio Mancheño. A ellos se añadirían poco
después jugadores como Currito Lozano, Juanito Carolina “El Gallo”, Manolo
Lozano “El Chispa”, Pacheco, “Cigardones”, Manolo y Joselito Garrucho y muchos
otros que harían interminable esta lista.
MANUEL GARRUCHO JURADO.
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- 2008 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA