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PRESENTACIÓN
Del 5 al 12 de septiembre se celebra la Festividad del Santo Cristo de la
Antigua de la Villa de Espera, una festividad con más de cuatrocientos años de
historia.
La imagen del Patrón es una talla pequeña, protegida por una urna barroca
del que Fray Pedro Mariscal decía que "era una milagrosa imagen de Cristo
nuestro Redentor Crucificado. Es de una vara y cuarta de alto, y se halló en un
aljibe del castillo, por indicio de una luz que a tales tiempo parecía sobre
aquel lugar. Representa mucha antigüedad en color, hechura y materia". Para
Francisco Espinosa de los Monteros, que lo restauró a principios de los sesenta,
era obra de Roque Bolduque, realizada hacia 1550, extrañándose que obra de tal
mérito fuera ignorada en el mundo del arte. En la Ermita del monte Fatetar,
iglesia primitiva de la villa, se fundó la Hermandad a fines del siglo XVI. No
hay que olvidar que en este tiempo existían dos villas, la "vieja" arriba,
dentro de los muros del Castillo, y la "nueva" en el emplazamiento actual.
Benedicto XIV, en 1752, concedía indulgencias a cuantos confesados y comulgados
visitaran al Cristo en uno de los seis viernes de Cuaresma, "en la iglesia o
capilla pública del castillo y fortaleza de Espera". En 1710 se hace una nueva
urna. En 1743 se habla por primera vez de bajar el Cristo al pueblo, dando el
Visitador del Arzobispado normas para ello.
Al año siguiente no puede bajar por falta de fondos para "tantos gastos". Pero
desde entonces no se tienen noticias de que se suspendiera esta festividad
centenaria. El día doce de septiembre de 1813 se celebra la fiesta con toda
solemnidad; la tarde anterior se reconcilió su iglesia que había sido utilizada
por los franceses desde la invasión del pueblo, como fortaleza militar. Desde
aquella fecha de 1743, los espereños bajan a su Patrón de la Ermita del Castillo
a la Iglesia de Santa María de Gracia y luego lo suben, haciendo recorrido
inverso, por las pendientes laderas del monte Fatetar en una procesión cuya
belleza plástica y fervor popular merece la pena contemplar. Un comportamiento
que, al repetirse cada año, vincula a las generaciones y refuerza la identidad
de las personas como pertenecientes a un lugar, un paisaje, una cultura, un
municipio, una devoción:
EL SANTO CRISTO DE LA ANTIGUA
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@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2010 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA
