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REVISTA DEL CRISTO 2004

Todos al servicio del bien común

 

TODOS AL SERVICIO DEL BIEN COMÚN

 

             A lo largo de la historia, en los conflictos y enfrentamientos ideológicos o pragmáticos causados por todo tipo de ambiciones, de afán de poder y protagonismos los más perjudicados son siempre los más débiles. Los grandes errores de despacho los sufren aquellos más indefensos y que siempre están a la intemperie de las adversidades: guerras de Sudán, Irak, genocidios, mala distribución de las riquezas, alto coste de los medicamentos para los países empobrecidos y una larga lista de injusticias que aparecen como nubarrones en el panorama de la sociedad y que contradicen el proyecto que Dios tenía sobre e 1 mundo creado por su infinita misericordia y que puso en manos de los hombres como co-creadores del plan divino.

            Aquí no vale la resignación; sí, el discernimiento sereno y la lucha en pro de la justicia como abanderados de un amor sin límites al estilo de la bondad de Dios y de las Bienaventuranzas de Jesucristo.

            Cuando el diálogo respetuoso de las autoridades con la Iglesia, de los que tienen que ejercer el poder con el pueblo llano y sencillo se convierte en plataformas para hacer el bien, la Iglesia, recordando sus orígenes y su misión en medio del mundo, debe convertirse en protectora para impulsar y colaborar con todo aquello que dignifique a un pueblo y de manera especial a los hombres y mujeres que, aplastados por el sufrimiento, buscan un rayo de luz donde puedan encontrar sentido a sus vidas.

            Nuestra Fiestas Patronales, amalgama de cultura y religiosidad, empeño de creyentes, satisfacción para todo un pueblo que se siente orgulloso de lo que celebra, tienen un protagonista principal,  EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA ANTIGUA, que no se cansa de bajar cada año del Castillo para encontrarse en su hermoso Templo Parroquial con todos los espereños y espereñas, presentes y ausentes, que en estos días de Septiembre clavan sus ojos en la romántica figura y se reconocen en la Cruz no tanto por el significado que pueda tener el madero sino por el que está colgado en ella.

            Desde aquí, como servidor de la Parroquia, mis brazos extendidos y mi corazón entregado el estilo del Buen Pastor para todos aquellos que a lo largo del caminar de su vida buscan en estos días algo más de lo que ya ofrece el consumismo desenfrenado y la rutina cotidiana.

            Me vais a permitir que en este año, que se cumplen cien años del nacimiento de uno de los más grandes pensadores del Siglo XX – Kart Rahner- termine este artículo con unas palabras que él dijo a sus discípulos cuando en los comienzos de un otoño se preparaban para celebrar la Exaltación de la Santa Cruz: “ Mira a Jesucristo, el Crucificado. Por medio de Él, tú puedes finalmente aceptar tu vida, pase lo que pase en ella”.

            Queridos espereños y espereñas, miremos al Crucificado como permanente desafío ante los complejos momentos históricos que nos ha tocado vivir; permanezcamos firmes en la resistencia para no dejarnos doblegar por las pruebas de este mundo, sino solamente por el Evangelio de Aquél que entregó su vida por Amor.

            Como su yugo es llevadero y su carga ligera, junto a Él caminamos un Septiembre más, que tiene que ser siempre distinto y siempre nuevo.

 

Pablo Peña Vinces.

Vuestro Párroco y Servidor.

      

    

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