La puesta en valor de los yacimientos
arqueológicos se ha convertido, en los últimos años, en un fenómeno sin
precedentes en el ámbito de nuestro patrimonio histórico. El uso y gestión
de estos recursos patrimoniales, hasta ahora ociosos en gran medida, ha
auspiciado la generación de empleo especializado y ha propiciado a su vez la
conservación, difusión e investigación de esos mismos yacimientos. Este
proceso democratizador dentro del ámbito histórico era una asignatura
pendiente de nuestro patrimonio y ha generado asimismo un intenso debate
entre profesionales, investigadores y técnicos de las distintas
administraciones implicadas. Debate que aún perdura en algunas comunidades
autónomas como la andaluza, donde quizás aún no se han comprendido los
beneficios culturales, sociales y económicos que estas iniciativas pueden
generar.
Por
otro lado, estos “productos turísticos-culturales”, han crea-do bases
suficientes para fomentar el desarrollo local en comarcas donde los recursos
del sector primario siguen siendo casi los únicos en explotación, como
ocurre en el caso de la Sierra de Cádiz, y la puesta en valor, musealización
y gestión de este patrimonio puede ser un importante revulsivo económico y
social. Es, además, casi la única forma viable de que éste patrimonio pueda
conservarse sin que se resientan las arcas autonómicas, por lo que se aúna
progreso y desarrollo con conservación, algo que, en muchas ocasiones, es
muy difícil conseguir.
En este
sentido, en el artículo 7º de la Carta Internacional para la gestión del
Patrimonio Arqueológico, adoptada por el ICOMOS en 1990, ya se destacó la
importancia de la difusión y presentación del patrimonio arqueológico como
medio de conservación y protección de los restos de nuestro pasado:
“La presentación al gran público del patrimonio arqueológico es un medio
esencial para promocionar éste y dar a conocer los orígenes y el desarrollo
de las sociedades modernas. Al mismo tiempo, es el medio más importante para
promocionar y hacer comprender la necesidad de proteger este patrimonio.”
Por último, esta simbiosis entre conservación, difusión y gestión turística
ha consolidado una nueva disciplina profesional que se ha denominado como
“Interpretación del Patrimonio”, disciplina a la que auguramos un prometedor
futuro. De ahí, que en el marco del proyecto europeo de cooperación con el
Reino de Marruecos denominado “Ma’arifa” (INTERREG IIIA), hayamos planteado
este curso con carácter transfronterizo, de forma que las iniciativas que
aquí OLVERA (Cádiz) del 14 al 16 de Diciembre se plasmarán sirvan también de
ejemplo exportable a otros países de 2004 que, teniendo un inmenso legado
histórico y arqueológico, aún no han utilizado estos recursos como fuentes
de desarrollo económico, social y cultural.
Centro de Interpretación de La Cilla
Luis Javier Guerrero Misa y Juan Antonio Ruiz Gil
PROGRAMACIÓN Y DATOS DEL CURSO |