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"Os escribo a vosotros jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno" ( 1Jn 2, 14) así se dirige el discípulo amado a los jóvenes de su tiempo y con estas mismas palabras yo me quiero dirigir a vosotros jóvenes, porque no os debéis resignar a ser la esperanza del mañana sino la realidad del hoy que apremia y reclama vuestra energía para una Iglesia que languidece y agoniza, en parte por vuestra ausencia y la entrega generosa de todo lo que podrías aportar.
Imaginaos que las soluciones del mundo dependieran de una gran "levantá". Dios os encargaría a vosotros el honor de ser los mejores costaleros, para que "mirando al cielo" y "todos a una" os revistáis del costal del Evangelio, de la sudadera de la Bienaventuranzas y hagáis con vuestra vida una hermosa parábola, en la que sienten la Pasión a flor de piel los días santos y aquellos que más alejados Iglesia se sienten perdidos en las sumas de fracasos de tantas promesas no cumplidas de la sociedad actual y de tantos engaños repetidos, que os van sumergiendo en una crisis existencial, se sientan interpelados por vuestra entrega.
Os quiero ver en el altar y en la calle, rezando y trabajando pero como cirios encendido que van consumiendo sus vidas iluminando siempre la de los demás, como dirían los Santos Padres, "con ese perfume superior a los claveles y rosas que pueden adornar nuestros pasos, que es siempre el olor a Cristo".
Cuando el Papa era más joven y no estaba tan enfermo, se movía entre los jóvenes en sus largos viajes misioneros por el mundo entero y les gritaba incansablemente: "Vosotros los jóvenes tenéis que ser los protagonistas de vuestra propia Evangelización". No significa esto que estéis descolgados del resto de la Iglesia ni siquiera que prescindáis de la experiencia de los mayores. Es que las grandes decisiones se toman y los grandes riesgos se corren cuando la edad biológica va acompañada de esa radicalidad propia en un mundo juvenil que, mezclada con la madurez joven y las oportunidades que nos brinda la vida, pueden ser para la evangelización el mejor revulsivo que haga de toda Espera un gran Paso de Misterio con la Pasión del pueblo y el más bello y hermoso Paso de Palio que cobije a la Mater Dolorosa y a tantas mujeres del mundo entero que siguen acompañando el dolor del mundo. Solamente hay un problema: que este proyecto de ilusiones, para convertirse en realidad tiene que eliminar todo atisbo de egoísmo, porque después del Cuerpo entregamos nuestras vidas viviendo nuestro propio Gólgota, nuestro propio Calvario en el Viernes Santo de nuestra propia historia es difícil que podamos ser testigos cualificados del Resucitado.
Queridos jóvenes: no os dejéis engañar, vuestro encuentro con el Evangelio tiene que ser resultado de una Cuaresma intensa y de una Semana Santa esplendorosa como ese mejor camino hacia la Pascua que anheláis en lo más profundo de vuestro corazón
Pablo Peña Vinces
Vuestro Párroco y Servidor
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@ Antonio Durán Azcárate. 2001 - 2005 Espera ( Cádiz ) ANDALUCÍA - ESPAÑA
